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martes, 8 de marzo de 2016

SÉ LA INVITADA PERFECTA!!

Dentro de poco llega la época de las bodas  y, con ella, las típicas dudas que a todos nos surgen para estar a la altura en este tipo de ceremonias y, por supuesto, las celebraciones posteriores.
El principal problema que se nos plantea es el vestido y complementos que nos vamos a poner, intentando que se ajuste a nuestro presupuesto, que sea cómodo para poder disfrutar de ese día tan especial y, a la vez, que nos haga sentir guapas y elegantes.

La primera opción que se nos viene a la mente siempre es revisar nuestro armario y el de familiares y conocidas para ver si podemos rescatar alguna reliquia que nos quede bien, ya que nos da pena habernos gastado tanto dinero en vestidos preciosos que nunca hemos vuelto a reutilizar. Pero por lo general, siempre recurrimos a la segunda opción, que es hacernos una ruta por nuestras tiendas preferidas para encontrar un modelito que estrenar ese día.

Si  te encuentras en esta situación y no sabes por dónde empezar, a continuación te damos unos cuantos consejos para que la elección sea acertada y consigas ser la invitada perfecta!.
Lo primero a tener en cuenta es la hora del evento. Parece evidente, pero todavía hay muchas mujeres que se niegan a aceptar esta norma. Si se trata de una boda de mañana, lo correcto (siempre que los novios no indiquen lo contrario en la invitación) es un vestido corto, de colores suaves y telas sencillas, huyendo de lentejuelas y otras telas similares. En cambio, si es una celebración de tarde-noche, nuestro número de opciones crece: podrás optar por un vestido de cóctel o por un modelo largo, en colores más oscuros. Si eres una persona más atrevida, nuestra sugerencia son los monos como alternativa al vestido, ya que son prendas muy personales y originales que aportan una gran elegancia, bien combinados con los accesorios adecuados, y que están cobrando una gran importancia entre las tendencias de moda.
Si se trata de una ceremonia religiosa habrá que tener en cuenta que los hombros o escotes deben estar cubiertos mientras se esté dentro de la iglesia. Un chal o una pashmina serán tus mejores aliados si se trata de una boda de primavera o verano.
En cuanto a los colores, la regla más importante a tener en cuenta es que el color blanco es exclusivo para la novia. Ella es la protagonista de ese día y nadie debe hacerla sombra.  Tampoco son recomendables los colores similares como el marfil, el crudo, beige o maquillaje. El negro tampoco es un color bienvenido por su asociación con el luto, aunque se puede hacer una excepción en las ceremonias de tarde por su elegancia, siempre y cuando se alegre con complementos que den color al look.
La regla a seguir a la hora de elegir tocado o pamela es que el tamaño del sombrero se irá reduciendo según va pasando el día, es decir, para las mañana se permite cualquier formato pero para la noche exclusivamente los tocados más reducidos. También hay que considerar que el complemento elegido para la cabeza nos tendrá que acompañar durante toda la jornada  y debe ser cómodo porque irá incorporado al peinado.
Lo mismo, pero a la inversa, nos ocurre a la hora de elegir la altura del tacón, que deberá ir aumentando según se acerque la ceremonia al final del día. Aunque el protocolo no lo admita, siempre es recomendable llevarse un par de zapatos más cómodos para poder disfrutar plenamente de las horas de baile ya que, un dolor de pies nos puede jugar una mala pasada. Esto es tan común, que se ha puesto muy de moda elegir alpargatas o algún tipo de zapato plano bonito para regalar a las invitadas como detalle de los novios.
El bolso de fiesta debe ser especial. Deshecha, por tanto, el uso  de tus bolsos de diario. El tamaño y modelo perfecto como bolso de fiesta es el denominado tipo clutch. Olvida las bandoleras, asas largas o colgarte el bolso de fiesta del hombro, lo más  in, ahora, es el modelo tipo caja y sujetarlo sólo con la palma de la mano. Otra opción podrían ser los bolsos tipo cartera de mano o sobre que además tienen un poco más de capacidad que los anteriores.

En resumen, lo importante es seguir el sentido común, confiar en nuestro gusto, adaptar las prendas a nuestro estilo para no sentirnos disfrazadas y, sobre todo… disfrutar plenamente del día, que al fin y al cabo, debe ser nuestro principal objetivo.

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